Gineceo

Blog de María Tenorio

Haciendo aritos en tela

¿Cómo convierto dos pequeños bordados en un par de aritos? Hoy quiero mostrar el proceso de armado de un bordado pequeño, hecho en lino, para convertirlo en una pieza de joyería. Por ejemplo, bordé estas formas de gotas en una tela de lino rojo:

Y las convertí en estos aritos:

A continuación, les muestro cómo lo hice.

Antes de bordar, decidí qué forma tendrían los pendientes, aretes, aritos (earrings) y corté, en cartulina, los respectivos moldes: uno grande para la forma exterior y uno más pequeño para delimitar el área bordada. Abajo lo muestro con un lino color azul.

Una vez bordada el área designada, recorto la tela dejando un centímetro (más o menos) para el doblez. Al mismo tiempo recorto dos cartulinas y dos piezas de fieltro del mismo color del tamaño más grande de la gota. Esos servirán como soporte al bordado.

Unto el bordado por la parte de atrás con pega blanca y coloco la pieza de fieltro bien centrada. La veo a trasluz para colocarla bien. Luego unto la cartulina de pega blanca (sin llegar a los bordes, pues se endurarían mucho y costaría luego coser las mostacillas) y la coloco sobre el fieltro. Así, tengo tres capas: bordado, fieltro y cartulina.

Coloco, en la cartulina, un alfiler de bisutería para que sirva como argolla de donde penderá el arete bordado. Este lo pego con goma universal UHU. Doy piquetes a la tela con una tijera bien afilada y puntuda para poder forrar el fieltro y la cartulina con el bordado.

Voy pegando, con mucho cuidado para no untar de goma la tela por el frente, la tela recortada sobre la cartulina:

El siguiente paso es pegar un forro por la parte de atrás para cubrir el «desorden» y dejarlos prolijos. Para ello, recorto un rectángulo de falso cuero y le unto pega blanca o silicón, sin llegar a los bordes, pues luego le coseré mostacillas por todo el borde y no quiero que se endure con la pega.

Recorto el forro de cuero y, con una aguja fina, pego las mostacillas con dos hebras de hilo del color de la tela. Para ello uso punto de festón o diente de chucho, como le decimos en El Salvador. También se puede usar otra puntada que permita juntar el sandwich de telas y dé un acabado nítido a los pendientes.

Los bordados se han convertido en aritos. No es por arte de magia, sino con el uso de técnicas que he aprendido de colegas japonesas, rusas y de otras nacionalidades que cuelgan sus tutoriales en YouTube y que compartí hace varios meses en este mismo blog. El proceso toma tiempo, pero el resultado vale la pena.

Quiero aprovechar y mostrarles otro método de enmarcar el bordado que usé con mis más recientes diseños de aritos de sagrado corazón de María o tipo escapulario. Para esos, usé hilván y lo fruncí sobre el fieltro y la cartulina. La forma del arito es diferente, en este caso es ovalada. Esta técnica también la he aprendido de las generosas colegas que cuelgan sus videos y tutoriales.

Así quedaron:

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