Coralia y los desvelos

Las leves ojeras de Coralia muestran que esta delicada criatura padece de insomnio. Durante sus desvelos se pone a bordar: ha decorado con mostacillas blancas y rosas su pañuelo, ha cuajado de nudos (daneses y punto de ostra) su vestido, y ha llenado su delantal con punto de arroz en tonos de amarillo.

Coralia es una matrioska emperifollada, adornada «con profusión y esmero», como dice el diccionario. En su manto apenas se ven unos milímetros de la tela original en dos tonos de morado, pues todo está cubierto con hilos y cuentecitas. Su peinado  y su maquillaje –con ojeras incluidas– lucen impecables. Esta chica es, además, obsesiva con las combinaciones de colores; en su atuendo ha mezclado con buen gusto el morado, el verde turquesa y el amarillo, con ligeros toques de rosa.

Esta muñeca está hecha en tela de algodón (manta cruda en el frente y tela estampada en su reverso), pintada con crayolas según la técnica de este tutorial, bordada con dos hebras de hilo DMC y con mostacillas. Ha sido cosida completamente a mano y rellenada con fibra de poliéster, retazos y una bolsita de arena para sostenerla en pie. En la pintura de su cara, además de crayolas, se usaron plumones para tela marca Sharpie (Stainer fabric marker). 

Para ver más fotos de esta matrioska pueden visitar su álbum en Flickr.

Sobre un mantel chapín

Bordando su pañuelo

Lista para armar

Terminada de bordar

Recostada

En el jardín

Nacida el 23 de diciembre

Bordando el delantal

Lista para el relleno

Bordada con mostacilla

La matrioska desvelada

Pintada con crayolas